lunes, 25 de enero de 2016

El poder de un póster


Sí, un poster puede tener muchísimo poder, sobre todo cuando eres adolescente y tienes una mente moldeable e influenciable.
Siempre me ha gustado tapizar mis espacios de cosas que me gustan, que hago o que me regalan.
Hace casi quince años, me encontré este póster en una tienda (ahora extinta) de discos, libros y música.

Recuerdo cuando lo encontré, los ojos de Harrison me parecían hipnóticos, su mirada fuerte y seria. Sin pensarlo, lo tomé y lo pagué con el dinero que mi papá nos daba para gastar. Llegando a la vieja habitación de casa de mamá, lo pegué en el clóset que era lo que estaba justo a mis pies, lo primero que veía al despertar.

George Harrison es una persona infinita.Sus canciones vienen en cada época importante de mi vida a decirme cosas diferentes, Harrison es una cosa que se redefine con el tiempo. Una cosa que se extiende y vive en las plantas, en los riffs de guitarras y en los ukuleles.

Cuando cumplí quince años, no pedí una fiesta con chambelanes, pedí sus discos. Mi hermano me regaló el concierto para Bangladesh y su novia en aquel entonces "Living in the material world"
Si tuviera que escoger un objeto que represente mi adolescencia, sería ese póster junto con el documental de "Meeting people is easy" de Radiohead.
Gracias póster de la Virgin store, me dejaste al  beatle más valioso.

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